Particularmente rica en agua, la piel está constituida por tres capas superpuestas: la epidermis, la dermis y la hipodermis. Se estima que la piel de un individuo de aproximadamente 70 kilos encierra alrededor de 9 litros de agua. Pero, ¿ sabemos realmente como cuidar nuestra piel?
El agua de la piel se almacena principalmente en la dermis. Llega a ella desde el sistema vascular y se difunde en el tejido conjuntivo vecino. Para poder realizar su papel de barrera protectora entre el medio exterior y el individuo, la piel debe conservar su correcta tasa de hidratación.
En cuanto a la dermis, las moléculas de la sustancia fundamental son auténticas reservas hídricas, pudiendo fijar agua hasta mil veces su peso.
El estado de la piel es esencial para la salud del cuerpo, por una parte porque la piel es una verdadera protección contra las agresiones exteriores, y por otra porque es un fiel reflejo de la salud y de los problemas interiores. Cuidando nuestra piel cuidamos nuestro cuerpo.
EL ENVEJECIMIENTO CUTÁNEO.
Hoy está probado que el contenido en agua de las diferentes capas de la piel es el responsable de la tonicidad del tejido cutáneo. Igualmente está claramente establecido que las exposiciones al sol repetidas y excesivas, el abuso del tabaco y del alcohol acentúan el envejecimiento de la piel.
La medida de la hidratación de la piel es un indicador preciso de la tasa de hidratación general del organismo. Esto es especialmente claro en el caso de los bebés.
En los adultos, el agua se evapora de forma continua desde la superficie de la piel a un ritmo de 400 ml cada día. Una hidratación general suficiente, entre 1,5 y 2 litros de agua por día, previene el envejecimiento cutáneo, permitiendo a las diferentes capas de la piel estar suficientemente hidratadas y renovarse normalmente.
Muy importante, pues, prestar atención a la correcta hidratación de la piel, la cual se consigue, fundamentalmente, por la adecuada ingesta de un agua de calidad en la cantidad necesaria.
INGESTA ADECUADA DE AGUA
En el transcurso de pocas horas se puede producir una deficiencia de agua en el organismo por una ingesta reducida o por un aumento de pérdidas hídricas como consecuencia de la actividad física o de la exposición al medio ambiente (temperaturas elevadas).
Para el conjunto de Europa las recomendaciones de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, 2010) señalan que el consumo total de agua adecuada para las mujeres tendría que ser de 2,0L /día y para los hombres de 2,5 L/ día lo que equivale entre 8 y 10 vasos diarios de agua.
Para cuidar de tu piel, bebe agua mineral natural Fuentes de Lebanza.