El otro día, me comentaba una vecina que su médico de cabecera le había recomendado beber Agua Mineral Natural de Fuentes de Lebanza porque le beneficiaría en el transcurso de las distintas etapas de la menopausia. Pero no recordaba exactamente ni las propiedades del agua ni los beneficios que le podían aportar.
A todas nos ha pasado que cuando nos acercamos a la edad entre 48 y 54 años ya estamos perdiendo la función ovárica, disminuye o desaparece la menstruación y nos parece un alivio pero a la vez nos asustan los síntomas asociados a la menopausia. Se ha comentado siempre que con la menopausia te cambia el metabolismo, empiezas a tener insomnio y sofocos. Tienes problemas de osteoporosis. Sufres alteraciones del estado anímico, tienes cansancio, te falta concentración y energía. Muchos días estás irritable, te provoca ansiedad o estás más agresiva…
En definitiva, la menopausia es una etapa de transición en la vida de la mujer. Se debe considerar como un proceso normal en nuestras vidas y no una enfermedad. Sin embargo, los cambios fisiológicos que acompañan a este periodo hacen esencial mantener ciertos cuidados que permitirán prevenir o retrasar la aparición de algunas enfermedades.
¿Qué problemas nos puede provocar la menopausia?
Uno de los problemas más importantes que afectan a las mujeres en la menopausia es la ganancia de peso corporal. En un estudio de casi 500 mujeres durante 3 años la ganancia media de peso fue de 2,25 kg pero el 20% de ellas había ganado hasta 4,5 kg.
Mientras que las mujeres premenopáusicas presentan una menor frecuencia de enfermedades cardiovasculares que los hombres estas tasas se igualan o aumentan cuando se produce la menopausia.
Otro problema es la osteoporosis. Tras los primeros años de la menopausia las mujeres pueden llegar a perder hasta el 40% de su hueso trabecular (tejido óseo presente en la región media de los huesos).
La piel, como los huesos es un tejido hormono-dependiente y cuya salud depende de su capacidad de renovación. Con la menopausia la renovación de los tejidos cutáneos se ralentiza tanto en la dermis como en la epidermis. Se produce una pérdida progresiva de la tonicidad y elasticidad y aumenta su sequedad. Esto es el envejecimiento cutáneo.
Algunos consejos para ayudar a combatir los síntomas
Mantener una adecuada alimentación e hidratación puede ser una pieza clave en el control de todos los síntomas y problemas mencionados. Algunos estudios relacionan el consumo de agua mineral con una reducción en la sensación de hambre y a un incremento de la saciedad, aspecto clave para controlar el aumento de peso que acompaña a esta etapa junto a una dieta equilibrada. (Popkin et al., 2005)
Otros estudios vinculan el consumo de ciertas aguas minerales con la reducción de colesterol sanguíneo. De hecho, el consumo de aguas minerales ricas en calcio y magnesio parece disminuir la concentración del colesterol de membrana (Nasuti et al., 2005). Por otro lado, dada la transcendencia de minerales como el calcio, el flúor y el magnesio sobre la salud ósea, el consumo de aguas minerales cálcicas, fluoradas y magnésicas podría reportar grandes beneficios en esta etapa de transición en la vida de la mujer.
Las propiedades del agua mineral de Fuentes de Lebanza y su equilibrada fórmula contribuyen a una correcta hidratación celular así como a una adecuada evacuación de los residuos producidos por el metabolismo celular favoreciendo la salud integral del cuerpo. Su baja concentración en sodio hace que su ingesta sea aconsejable para personas de todas las edades inclusive lactantes. Se recomienda especialmente para aquellas personas que sufran alteraciones renales, hipertensión arterial y retención de líquidos.
El agua de Lebanza además de quitar la sed y ser diurética, resulta ligera, fluida, fresca y con cierta percepción mineral carente de cualquier sensación negativa.
Primer Premio en la Feria Internacional TERMATALIA 2010 y segundo premio en su edición de 2011.